jueves, 30 de junio de 2011

#AMANECER

#5 AMANECER
Cdo llega el amanecer se ven siluetas azuladas y negruzcas, tristes, de movimientos lentos. El ambiente tiene un dejo de nostalgia húmeda, y un rayo de luz de la calle entra al dormitorio entre las cortinas, para mezclarse con el humo del cigarrillo de EHDT, dibujando miles de arabescos en el aire. No hay besos, no hay caricias. El cuerpo desnudo y sudado de HG se va enfriando de a poco entre jadeos, y a cada jadeo que pasa, el placer también se va…
El montón de ropas en el suelo, las sábanas enroscadas sin forma, un cuerpo medio conocido, con una mente desconocida recostado a su lado, la hacen volver a la realidad.
Una imagen un tanto común para HG.
EHDT le ofrece agua, que ella rechaza. EHDT le ofrece quedarse a dormir, ella lo rechaza. EHDT le ofrece llevarla a su departamento.... ella lo rechaza. Su cuerpo ya frío comienza a reaccionar, entre movimientos lentos busca su ropa en la oscuridad y se viste con cierta dificultad. Los botones de la camisa le resultan muy incómodos de abrochar, y piensa que usar camisas es absurdo. Se peina, se pone lipstick en los labios secos, le da un beso en la frente. Con una sonrisa vacía le pide que le abra la puerta.
Al salir del edificio, se encuentra con un cielo anaranjado y gris. El aire pesado le da la sensación de que puede contar los segundos antes de que llueva. 3, 2, 1... y ella no usa paraguas.
En la calle no hay nadie, por supuesto, porque todavía nadie se despierta para comenzar el día. Y en esa soledad se escucha a ella caminando por la vereda mojada, ve cómo las gotas se juntan para formar charcos entre las baldosas, y piensa… que dentro de poco llegará la hora pico en la que los hombres de traje saldrán con sus paraguas, apurados para ir a trabajar.

miércoles, 29 de junio de 2011

#EHDT: Seducida

#4 EHDT: seducida
Desde que HG decidió partir, pasaron mil cosas. Conoció nuevos lugares, probó nuevas comidas, conoció nueva gente, y entre esa nueva gente conoció algunos chicos. Y algunos de esos chicos le sirvieron para olvidar un poco más al Chico del Bar.
A HG la seducen los chocolates, los helados, las papas fritas. Pasar por Pharmacity y ver que hay ofertas 2x1, la seduce la ropa, los zapatos, el maquillaje, las joyas caras. La seducen las peluquerías y las tiendas de mascotas.
Y también la seducen los hombres de traje de las 8 de la mañana.
Peor es que a HG le hable uno.
Recordemos que HG es una chica veinteañera, que disfruta de los placeres clásicos que disfrutaría cualquier mujer, y sueña con las cosas que soñaría cualquier chica de su edad. Este hombre de traje no sería el primero, y una nueva oportunidad de disfrutar este pequeño placer se le presentaba.
El hombre de traje es perfecto, el amor imposible de toda chica. A HG nada le impide jugar con la peligrosa idea de encontrarlo alguna vez fuera de sus sueños.
EHDT parecía completamente imposible… si lo viéramos en la calle, lo primero que observaríamos sería su boca, ya que posee la clásica sonrisa ladeada de modelo publicitario. Tiene también esa mirada típica de hombre seductor, que dice “podría desnudarte ahora mismo, pero dejémoslo para más adelante”, o “no sabés lo que puedo hacerte…”. Tiene facciones marcadas, muy masculinas, postura desafiante, y lo más atractivo de todo: aires de mujeriego, chico malo. EHDT es un seductor nato.
EHDT…imposible???? No. EHDT era tan débil como ella, y nada le impidió poseer ese cuerpo joven, ni siquiera el hecho de estar casado.
Cómo fue que HG llegó a EHDT? Muy simple, muy clásico. HG iba apurada caminando hacia la facultad. Fue en octubre, a la mañana, hora pico para los Hombres de Traje como él. Ella cruzó una calle, él también, pero en sentido opuesto. Ella lo miró a los ojos, él hizo lo mismo. Ella cruzó, Caminó un par de pasos, y se frenó frente a una vidriera, a “ver algo”. Él también cruzó hacia su vereda, se dio vuelta y la vio parada mirando la vidriera. Entonces no pudo más que volver a hablarle. Le pidió su número, quedaron para encontrarse.
HG no teme que un hombre como él fuera un psicópata asesino que quisiera matarla, descuartizarla y dejarla tirada en un campito. Y EHDT definitivamente no lo fue.
Y fue así cómo quedaron. Él la invitó a su casa. Lujoso departamento, hermosos sillones, muy buen gusto en la decoración, todo muy pulcro y ordenado. Pocos vestigios de que una mujer vivía allí, seguramente no tendrían hijos. La hizo pasar a una sala de estar, charlaron, le invitó una copa de vino, y cuando menos se dio cuenta, ella estaba arriba de él, besándolo como si fuera lo más normal, como si fuera algo de todos los días.
Él la levantó, y la llevó hacia su habitación. La tiró suavemente sobre la cama (enorme cama por cierto), con la autoridad suficiente para que ella se diera cuenta de que en territorio de él se haría lo que él quisiera. Y ella se entregó a los deseos de él.
Él impuso que ella se desvistiera, y la miró mientras lo hacía. Él impuso que ella se le acercara, y no quedó un milímetro de su piel sin ser besado ni tocado. Él logró descubrir sus puntos más débiles, y crear esa húmeda atmósfera en la que se hundiría, para llegar a extasiarla, y luego tomar de ella el efímero goce de haberla tenido, por una sola noche.
HG vio una vez más un amanecer melancólicamente vacío. Vió sus ojos frívolos. Vió sus dedos largos, vió el humo de un cigarrillo, un montón de ropa tirada en el suelo, una sábana que la enroscaba. Se vistió y se fue, sabiendo que ese era el comienzo de algo que ella llevaba en su naturaleza, pero que acababa de descubrir.

By Michael Parkes

lunes, 13 de junio de 2011

Continuación?

Amar, temer y partir. Son los 3 verbos modelo de conjugación regular.. no se si a alguien puede resultarle interesante, pero así es cuando uno escribe. Y mi mayor deseo es que llegue algo del juego de palabras que a veces uso...

La próxima entrega es EHDT (El hombre de traje) y se pone un poco tibia la cosa... estoy trabajando en ello, y espero sea del agrado de alguien.






viernes, 10 de junio de 2011

#PARTIR

#3 PARTIR
A HG le disgustó tener que respirar el mismo aire que el chico del bar, y como no le teme a lo nuevo, un día decidió escapar, olvidar, y empezar de nuevo.
Partir.
Quería llevar consigo lo fundamental. Llevar lo que no le hiciera recordar nada. Llevar la cabeza vacía para poder empezar a llenarla de nuevas experiencias, y así crear nuevos recuerdos, que no tuvieran ninguna relación con lo que alguna vez pasó. Eliminar todo aquello que alguna vez le hizo mal, y poder viajar más liviana hacia un sitio donde nadie la conociera, nadie pudiera juzgarla, nadie hiciera de ella una historia que ella no quisiera ser. Ir a cualquier lado, lejos. Ir a cualquier lado, donde nadie supiera de su existencia, y pasara desapercibida.
Podría jugar a ser quien quisiera…. y es exactamente lo que necesitaba…

domingo, 5 de junio de 2011

#TEMER

#2 TEMER
Temer significa tenerle miedo a algo. Temer implica angustia a algún posible peligro, desconfianza de que va a ocurrir algo que no queremos que ocurra.
Pero HG no le teme al amor. De hecho, tanto amó que secó sus depósitos de lágrimas, y por más que mil chicos del bar la quisieran, ella no quería a ningún otro. El amor en los humanos es complejo… esa situación establecida de tener que estar apareados, como cromosomas, como el blanco y el negro, como el fuego y el agua, como Adan y Eva… el hombre y la mujer, están hechos para estar el uno con el otro. Y ahora HG no tenía a su Chico del bar. Se sentía suelta. Sin embargo no temía estar SOLA en el sentido estricto de la palabra. Nunca lo estaría.
Sabía que vendrían cambios, pero tampoco la atemorizaban..
Como HG no soporta por mucho tiempo el dolor, decidió canalizar su pena y convertirla en algo positivo. Si positivo no fuera la palabra, podría decirse que su fin era hacer algo productivo.
Por empezar, HG guardó en diferentes cajas sus distintos amoríos, y los encerró en el fondo (muy muy fondo) de su alma: al fondo de su placard. ¿Comer helado hasta explotar? ¿Gastar plata como compulsiva? No, a HG eso le resultaba patéticamente antiestético, prefería escapar de otra forma, entonces marcó con mil colores su piel, lloró (aunque le costara) lo que había que llorar, y decidió empezar de cero, y siéndole fiel a su corazón...